La historia de la empresa es la de una familia, que se inició en la década de 1930 del siglo pasado. Paul Bungartz reflexionó largamente sobre la forma de hermetizar los ejes centrífugos sin fricción. Esto hizo que encontrara ideas para sus bombas centrífugas que abrían nuevos horizontes y que solucionaron algunos problemas del transporte de forma permanente. Hizo patentar sus soluciones.
Las primeras bombas especiales se fabricaron en Magdeburgo: las "bombas centrífugas especiales Mackensen conforme a las patentes de Paul Bungartz". Paul Bungartz fundó en 1947 la actual Paul Bungartz GmbH & Co. KG. En 1987 su hijo Jürgen se hizo cargo de la dirección. Y, desde enero de 2006, Frank, el hijo de este, se hace cargo de los negocios, lo que constituye la tercera generación.
Las bombas centrífugas especiales de Bungartz estaban desde el principio aseguradas frente a la marcha en seco y se empleaban en tareas en las que fallaban las bombas convencionales. Esto no ha cambiado ni un ápice hasta nuestros días.